HIC ET NUNC
HIC ET NUNC, and the miracle of the presence. Ensayo ver y
no ver merodeando la imagen y la identidad del otro como sí mismo, como el unicum que es y encarna, a través el
dibujo. En silencio, dejo que el presente mismo se vaya desocultando en una
afectividad plástica y una determinación objetiva sólo sugerida para dar fuerza
a la forma de su reconocimiento. Múltiples
cuestiones salen al encuentro aquí. Por ejemplo, la efectiva ordenación de
horizontes, que ya no muestra la distinción entre lo temático y los trasfondos
aperceptivos y presentificados de la atención -que podría ser la estructura
lógica del presente viviente husserliano. En
contraste, se presenta aquí el radio de lo activamente sostenible con la
mirada, y un sinfín fuera de foco[1] al
cual sólo supongo, luego olvido y posteriormente duermo, frente a lo que me es
imperativo atender: el otro en su plena mostración. No dejo de
sorprenderme que el radio de lo que sostengo y que gobierno con claridad
depende de mi disposición, de la actitud [Einstellung]
que se asienta y se siente a sí –en mí-, abriendo paso a lo que es imposible de
ver de otro modo. Levantar el
velo de la ceguera obliga a ejercitar una flexibilidad de actitud correlativa
como disciplina silenciosa, muy lejos de una “técnica” en el sentido con el que
se suele ahora significar esta palabra. Por eso llamo a esto “disciplina” o
“arte”, para indicar el ejercicio insistente de modelarse a sí en vistas a
aquello que ha de ser atendido.[2] Quizás no
haya más elevado arte que este arte del arte, que este arte de la instalación
[Einstellung], y en tal caso, que el
arte de pensar la instalación misma.
'Hic et nunc'
Charcoal on Fabriano, 30x40cm.
Leuven, Belgium
September 18th, 2013
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[1] Casi al modo de lo propio y lo
extraño.
[2] No muy lejos queda el ejercicio de aprender una
partitura, y concretar una interpretación exacta en piano. Hasta llegar a una
apodicticidad comprensiva y kinestésica, la apercepción se ve exigida a traer y
recuperar aquello que ha de ser presentado. Ni más, ni menos. Y en tal
prudencia que se reverencia ante el tiempo en que ha de ser realizado, la
atención se pone a sí con lo justo y reclama a su vez su propio tiempo de
desarrollo.